“Con
el leño de la cruz,
camina este Isaac Divino
a hacer que su amor por fuego.
cause incendio y sacrificio”
La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Señor de los Pescadores es una interesante escultura de escuela sevillana y fechada en el siglo XVII. Sobre su autoría se han publicado distintas hipótesis siendo la más certera la adscripción de su ejecución al entorno de Pedro Roldán y Onieva, uno de los máximos exponentes de la escultura barroca sevillana. El paralelismo con otras imágenes de este escultor sevillano afianza esta atribución, destacando el parecido con el Nazareno del Camino de la Capilla del Patrocinio de Sevilla o el Señor de la Humildad de Fuentes de Andalucía. Representa a Jesús camino del calvario cargando la cruz, encorvado por el peso de la misma y aunque realizado para vestir, esta todo tallado con un destacado estudio anatómico.
El tratamiento del
cabello de forma suave con grandes planos recuerda otras obras roldanescas como
también la barba o la forma de la nariz. Posee los brazos articulados y porta
la cruz sobre el hombro izquierdo, su mano izquierda sostiene el peso de la
cruz y así lo manifiesta la tensión y los dedos en forma más angular que la
mano derecha que abraza amorosamente el madero. La mirada introspectiva incide
en un rasgo definitorio de la imagen como es su unción sagrada que consigue
conmover y atraer la devoción de los fieles.
Como imagen de
vestir, el atavío forma parte consustancial de la misma y de esta forma
destacamos la utilización casi exclusiva hasta la actualidad de corona de
espinas y potencias de plata, la rica túnica de rocallas, la cruz de carey, los
ángeles pasionarios a sus pies, o incluso la postura de sus manos que han
propiciado que durante décadas haya ido forjándose la icónica imagen de Jesús
que permanece en el imaginario de sus devotos.
La devoción a Nuestro Padre Jesús Nazareno
Cantillana y Nuestro Padre Jesús